

Publicado el por Aucal Business School
Quizás una de las decisiones más difíciles que tenemos que tomar cuando arrendamos una vivienda es ¿cómo elijo a un buen arrendatario?. Hoy les entregaremos algunas claves para la elección de un buen arrendatario.
Es muy cierto que arrendar supone un cierto riesgo, como todas las cosas importantes en la vida, pero una vez tomada la decisión, hay que seguir adelante. Aquí les entregamos algunos datos.
Es muy importante primero que todo, publicar un anuncio completo. Así se asegura que los interesados conocerán de antemano las condiciones, sobretodo las económicas.
Tener claro a qué tipo de familia o persona quiere arrendar, ya sea una familia numerosa, o una con animales, o una pareja, etc.
¿Cómo debe ser un buen arrendatario?
A un buen arredatario desde un principio le gustará dejar las cosas bien claras. Se muestra sincero y transparente, además, facilita las gestiones que conlleva el proceso de arriendo. Demuestra ciertas condiciones de negociador y conciliador ante cualquier discrepancia. Es una persona que se compromete personal y legalmente, también es empático a la hora de entender al propietario y sus demandas.
Con un perfil así, el propietario se puede sentir tranquilo, ya que podrán llegar a buenos acuerdos. También es importante la primera impresión que se forme de la persona. Hay que entender que no puede llegar a conocer a fondo a una persona en una entrevista, por lo tanto, también influirá su intuición a la hora de elegir a su inquilino.
Desconfiar del arrendatario muy perfecto, ya que puede ser un estafador/a. Puede prometer muchas cosas y después no cumplirlas.
Solvencia del inquilino.
Seguramente este punto es el más preocupante para los propietarios. Hay que tener claro lo siguiente:
- Nivel de ingresos: esto se sabe solicitando una nómina o en las declaraciones de IVA en caso de autónomos.
- Estabilidad laboral: no es lo mismo alquilar a alguien que recién está cotizando, que a alguien que lleva años en el mundo laboral y cotizando.
Si el arrendatario no da suficientes pruebas de solvencia, es aconsejable exigir garantías adicionales, más allá del mes de garantia:
- Exigir un depósito adicional: un importe a convenir que será retenido por el propietario y que será devuelto al finalizar el arrendamiento.
- Aval bancario: una entidad financiera se encarga del importe de las deudas del arrendatario.
- Fiador solidario: es aquel que garantiza con su patrimonio el cumplimiento de las obligaciones del arrendatario, en caso de no cumplir.
Nunca estará de más la mayor información que pueda tener del futuro arrendatario y si no pone problemas en entregar todo lo que se le pide, mejor aún.
Otras de las preocupaciones al alquilar nuestra vivienda es preguntarnos ¿cuidarán la vivienda?
La desconfianza siempre va a existir y eso hay que tenerlo claro desde el momento que se decide alquilar. Si existe claridad desde el principio con el cuidado que quiere que tengan y con el tipo de personas que quiere que alquilen, le facilitará la decisión al final. Las condiciones las pone el propietario y deben ser claras desde un principio, antes que visiten la propiedad.
Tips para detectar al mal inquilino
Expertos e investigadores en morosidad, han establecido un perfil en base a las características comunes que poseen este tipo de inquilinos.
- Seductores y expertos en inteligencia emocional: querrán llevar ellos la conversación y ganar la confianza del arrendador. Repetirán que son buenos pagadores.
- Ofrecen pagos por adelantado: no aceptar pagos por adelantado, ya que eso puede dar pie a que después empiecen las morosidades con cualquier excusa. Es sólo para ganar confianza.
- Estudiar la solvencia del arrendatario: la estabilidad económica del posible arrendatario es un factor decisivo. Cualquier problema financiero puede convertir a una buena persona en un mal arrendador.
Teniendo en cuenta estos tips y asesorándose por un experto inmobiliario, no tendrá problemas para alquilar su vivienda.